No le alcanza a Cuauhtémoc Blanco Bravo una diputación federal para hacerle frente a la ola de violencia en que sumió al estado que ha dejado más de 6 mil homicidios dolosos

Raúl García Araujo | @araujogar

Cuauhtémoc Blanco pasará a la historia como uno de los peores gobernadores que ha tenido Morelos y ni el manto protector que le dio el presidente Andrés Manuel López Obrador, podrá salvarlo del juicio de la historia.

Con Blanco al frente del gobierno, la entidad se convirtió en un oasis para que los criminales cometieran sus fechorías y mantuvieran bajo su yugo a todos los morelenses.

No le alcanza a Cuauhtémoc Blanco Bravo una diputación federal para hacerle frente a todos los escándalos políticos en que estuvo involucrado.

Tampoco le alcanza para caminar por las calles de los municipios del estado, ya que en su espalda lleva un récord de 6 mil homicidios dolosos cometidos a lo largo de su gestión, muchos de ellos de gente inocente, que perdió la vida ante un gobierno incapaz de parar la masacre perpetrada por los delincuentes que llegaron para quedarse en Morelos.

No le alcanza a Cuauhtémoc Blanco Bravo ser diputado federal cuando en su administración el delito de feminicidio fue una constante, en donde los responsables de éstos vieron en las carreteras del estado, el mejor lugar para abandonar a sus víctimas, ante la nula acción de los policías de la Comisión Estatal de Seguridad Pública.

No le alcanza a Cuauhtémoc Blanco Bravo haber pagado mil 72 millones de pesos a diferentes medios de comunicación y comunicadores para limpiar su imagen, cuando en las calles de Morelos los criminales hicieron de las suyas matando a gente inocente con total impunidad.

No le sirvió de nada a Cuauhtémoc Blanco Bravo comprar la conciencia de corresponsales nacionales para que siempre hablen bien de él, cuando en las calles los ciudadanos viven a salto de mata.

No le alcanzó a Cuauhtémoc Blanco Bravo que siempre el presidente Andrés Manuel López Obrador saliera en la conferencia mañanera a defenderlo públicamente, cuando en privado junto con su gabinete de Seguridad, les planteaba que era un estado perdido por la delincuencia.

No le alcanzó a Cuauhtémoc Blanco Bravo su imagen de ídolo del futbol, cuando la gente de Morelos, le recrimina una y otra vez su inacción ante el avance de los criminales.

No le alcanzó a Cuauhtémoc Blanco Bravo declarar que no dejará pendientes cuando este fin de semana mataron a nueve personas, entre ellas dos mujeres, y sobre todo cuando el gran pendiente de su administración es la inseguridad que baño de sangre al pueblo de Morelos.

Ese es el estado que entregará Cuauhtémoc Blanco Bravo a la morenista Margarita González Saravia, que asumirá una gubernatura sangrienta y de impunidad el primero de octubre, gracias al trabajo hecho por su antecesor.

Que no se engañen, ni ella ni Branco Bravo, ganaron la elección del 2 de junio no por sus méritos políticos. El triunfo lo tienen, porque el pueblo de Morelos se lo dio a Andrés Manuel López Obrador en un acto de agradecimiento.

En Cortito: La oposición en Morelos y en todo el país debe reinventarse para iniciar, como lo hizo en su momento López Obrador, la construcción de una base social y política que le permita ganar elecciones.

El presidente municipal electo de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, sabe esto y por tal motivo, ahora hará un gobierno pendiente de los morelenses.

El panista regresó a sus actividades como alcalde y tiene claro que la gente le brindo un voto de confianza a sus políticas de gobierno que ahora más que nunca deben estar enfocadas en todos los sectores de la sociedad, con especial énfasis entre los más desprotegidos.

José Luis Urióstegui Salgado en las pasadas elecciones supo leer el sentir de los morelenses, por lo que se espera que pronto, dé a conocer programas y proyectos de la administración pública para beneficio del pueblo.

Habrá que estar pendientes, ya que desde ahora, el alcalde es la figura más visible de obtener el voto popular para arrebatarle a Morena importantes puestos políticos en procesos electorales.